Los conflictos entre Serbia y Kosovo no son recientes, ya que se llevan muchos años produciendo. Con la intención de tener más opciones de entrar cuanto antes en la UE, Serbia acaba de llegar a un pacto para que ambos bandos puedan dejar de lado el conflicto histórico y a partir de ahora puedan comenzar una relación mucho más amistosa, que es lo mínimo que se puede esperar de dos regiones que se encuentran una al lado de la otra y que esto afecta a los ciudadanos de Serbia y de Kosovo de forma negativa desde hace tiempo.
Una de las claves de este acuerdo es que Kosovo participe en foros regionales de Serbia, además de ser un acuerdo por el que Kosovo tendrá la posibilidad de firmar acuerdos con otros países sin contar el consentimiento de Serbia ni tampoco hará falta que Serbia reconozca abiertamente la independencia de Kosovo.
Lo que está claro es que Kosovo es una ex-provincia de Serbia y que a partir de ahora tendrá una relación mucho más estrecha con Serbia, para poder así permitir que Serbia tenga más opciones de entrar en la UE en el menor plazo posible, de tal forma que ambas partes salgan beneficiadas por este pacto. Lógicamente este conflicto entre un país y una ex-provincia no es algo nuevo, ya que se producen estos conflictos en otros muchos lugares del mundo con zonas que no quieren pertenecer a un determinado país y que consiguen independizarse al cabo de muchos años.